Los vampiros emocionales también están en las redes sociales. Con la pandemia se ha disparado la conexión con otros seres humanos a través de las redes. Eso tiene ventajas, pero al mismo tiempo han brotado personalidades manipuladoras que buscan construir relaciones amorosas sólo por el placer de sentir el poder de la conquista… y un buen día, repentinamente y sin explicación alguna, desaparecen como el humo. La víctima queda suspendida en el desconcierto y en la culpabilidad al pensar que ha debido hacer algo terriblemente erróneo para que la otra persona se haya esfumado sin más.